La meditación
modifica genéricamente el sistema inmune según un estudio realizado por
investigadores de Francia, España y Estados Unidos. Por primera vez se han descubierto cambios moleculares específicos detonados por
un período de meditación. Los resultados muestran que esta simple y profunda
técnica de los monjes puede afectar la expresión de ciertos genes ligados a la
inflamación, causando un efecto anti-inflamatario y analgésico.
Los genes
inflamatorios RIPK2 y el COX2,
disminuyen al meditar.
"Lo más
interesante es que se observaron los cambios en los genes que son los objetivos
actuales de los fármacos anti-inflamatorios y analgésicos ", según Perla
Kaliman , el primer autor del artículo e investigador en el Instituto de
Investigación Biomédica de Barcelona, España ( IIBB -CSIC -IDIBAPS ), donde
se llevaron a cabo los análisis moleculares.
El estudio investigó los efectos de un día de práctica de
meditadores experimentados en comparación con un grupo de sujetos no
entrenados. Después de ocho horas de práctica, los meditadores mostraron una
gama de diferencias genéticas y moleculares , incluyendo los niveles alterados
de la maquinaria de regulación génica y la reducción de los niveles de genes
pro - inflamatorios, que a su vez se correlacionaban con una recuperación física más rápida de una situación estresante.
Se sabe que los meditadores tienen sectores del cerebro más
grandes. El hipocampo y las áreas dentro de la corteza órbito-frontal el tálamo
y el giro temporal inferior, regiones todas ellas conocidas como reguladoras de
las emociones, se encuentran más desarrolladas según investigadores de la
Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) .
La epigenética, una de las nuevas ramas científicas que
empieza a revelar su importancia, sugiere que la expresión de ciertos genes
(los cuales pueden derivar en enfermedades) es susceptible al medio ambiente y
a demás factores, como pueden ser el estrés o, por el contrario, la relajación.
El reciente estudio parece encaminarse hacia el entendimiento de que muchas
enfermedades, en tanto que están ligadas a un proceso de inflamación y a genes
relacionados con el sistema inmune, podrían ser controladas sin la necesidad de
fármacos, solamente con un régimen de meditación u otros ejercicios destinados
a producir un estado mental de relajación. Esto es en cierta forma encontrar y
dirigir la respuesta de placebo natural del cuerpo, algo que la ciencia moderna
no ha estudiado del todo.
Quizás aun sea más interesante el hecho recientemente descubierto, también
dentro del campo de la epigenética,
acerca de que las experiencias que tenemos y su registro en nuestra
memoria pueden ser heredadas a nuestros hijos y nietos. Estas experiencias, en
su aspecto traumático, llegan a transformarse en tendencias a la depresión o al
alcoholismo, por citar algunos ejemplos. Pero por otro lado también podrían
usarse en el sentido opuesto.
Experiencias como las que pueden cultivarse a
través de la meditación podrían provocar que nuestros hijos estén más
inclinados a la relajación o puedan reaccionar a situaciones de estrés con
mayor calma, e incluso mejorar sus sistemas inmunológicos.
Así que cuando
meditamos podemos incluso hacer fructificar futuras semillas de salud en los
genes que heredaran nuestros propios nietos, décadas después.
Para
disfrutar de todas estas bondades y tener una vida más saludable, sería
recomendable incorporar estas técnicas milenarias de oriente en nuestra agitada
vida occidental.
Fuentes : Study reveals gene expression changes with
meditation y pijamasurf.com
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