La enfermedad es el camino que nos lleva hacia la curación.
Nuestro cuerpo es un universo que funciona con la misma
perfección, precisión e inteligencia que el cosmos.
El 99,999% del átomo es vacío, por lo que nuestro cuerpo
está proporcionalmente tan vacío como el espacio intergaláctico. Aunque
nuestros sentidos, nos digan lo contrario.
Somos vacío y energía vibrando armónicamente. Energía es
información inteligente, es vibración y por tanto es, sonido. Nuestro cuerpo
también es como un delicado instrumento musical que puede desafinarse,
cualquier perturbación en él lo puede afectar.
Muchísimas veces la enfermedad es el resultado de nuestra
forma de pensar y de sentir, y sobre todo de nuestra actitud frente a los
sucesos y circunstancias de nuestra vida que modifican nuestra energía. Porque
muchas veces no es lo que nos pasa en la vida, sino como nosotros reaccionamos
frente a los acontecimientos.
Nuestra forma de ver la vida, es lo que determina como nos
va en la vida. Síntomas y enfermedades, manifestaciones físicas de conflictos
psicológicos y emocionales. No son otra cosa que la punta del iceberg. Lo que
se ve a simple vista, es una pequeñísima parte. La verdad permanece oculta en
nuestro subconsciente.
El que busca verdaderamente una solución a su enfermedad
tiene que ir hacia su interior para poder sanar. Sobre todo si padece una enfermedad
incurable, porque enfermedad incurable en realidad quiere decir curable desde
el interior, desde nuestra conciencia.
Cuando una persona sufre un desequilibrio en su interior más
profundo a nivel psicológico o mental, se manifestará en su cuerpo como un
síntoma o una enfermedad física o psíquica. Un síntoma o una enfermedad es un
toque de atención, nos están avisando de que prestemos atención, porque algo
erróneo está pasando.
Es un mensaje del alma, un aviso del universo, es hora de
hacer un cambio en nuestra vida.
Muchas veces es cuestión de cambiar nuestra
forma de pensar, de sentir y de ver la realidad. Ya que nuestra forma de ver la
realidad, determina nuestra realidad.
¿Con que ojos sueles mirar la realidad? El
síntoma o la enfermedad son procesos físicos visibles de un proceso nuestro
psicológico invisible. El síntoma no es un monstruo al que debamos eliminar, es sólo
un sistema de alarma que se ha puesto en funcionamiento, es una lucecita roja
que se ha encendido, avisándonos de que algo en nuestro interior no anda del
todo bien.
Para curarnos lo que hay que hacer es investigar en nuestro
interior más profundo y buscar la causa de la enfermedad. Hay que apartar la
mirada del síntoma o de la enfermedad y buscar más allá. Ir al origen, ir a la
raíz del problema.
Todo el mundo ve los defectos de los demás, pero ¡que
difícil es ver nuestros propios defectos! Muchas veces las personas con las que
interactuamos, son espejos de nosotros mismos. Aunque nosotros nos veamos muy
diferentes a ellas, en el fondo no lo somos. La sinceridad para con uno mismo es
una de las más difíciles peticiones que nos podemos hacer.
El síntoma y la enfermedad ponen en evidencia cuestiones
reprimidas y mantenidas ocultas, y por tanto nos hacen sinceros.
El ser humano tiene que aprender a comprender lo que la
enfermedad viene a decirle. Cada trastorno, molestia o síntoma que ocurre en
nuestra vida significa que hay una necesidad no cubierta. Debemos descubrir
cuales son esas necesidades. Y descubrir las pautas mentales causantes, la
mayoría de las veces suelen ser rabia, crítica, auto-crítica, resentimiento,
culpa, problemas afectivos, agresividad sin canalizar, problemas sexuales y
todo tipo de pensamientos y emociones negativas.
Las personas con enfermedades cardíacas suelen ser personas
que algo las ha obligado a cerrarse a la intimidad y al amor. Han endurecido su
corazón. Y sólo se rompe un corazón duro. Estas personas que no escuchan a su
corazón, que sólo se dejan llevar por la razón y la mente, acaban padeciendo
alguna enfermedad del corazón. Finalmente el corazón toma el mando, y acaban a
la fuerza prestando atención a su corazón.
Los enfermos de cáncer suelen ser personas que mantienen
algún tipo de resentimiento de larga duración, o problemas emocionales
pendientes con el pasado, que los hacen sentirse profundamente heridos
.La
anemia está relacionada con una falta de alegría ante el proceso de la vida
misma y con un sentimiento de no valer.
Las personas con hipoglucemia perciben la vida como una
carga y se sienten abrumadas por esa pesada carga.
Hay una forma correcta de comer, basada en la adecuada
proporción de hidratos carbono, proteínas y grasas que si la ponemos en
práctica nos ayudará a solucionar este problema.
Las personas con diabetes (hiper-glucemia) tienen un afán no
reconocido de realización amorosa y no son capaces de aceptar y abrirse al
amor. El amor y lo dulce tienen una estrecha relación. El niño disfruta con el
dulce, está en un periodo de su vida, en que necesita mucho amor. Y un adulto
con carencias afectivas tenderá a darse un gusto con un dulce o con la comida
en general, intentando compensar esa carencia.
Las personas con reumatismo tienen un sentimiento de
víctima, una carencia afectiva y una amargura crónica.
Las personas con enfermedades artríticas suelen ser muy
críticas con ellas mismas y con los demás, tienen una tendencia obsesiva a
fijarse en lo negativo de la vida y de las personas. Y eso no hace sino que
empeorar su mal. No se sienten amadas.
Las personas con colon irritable, suelen tener miedo a
relajarse, y sienten inseguridad.
La crisis persistente de tos, en realidad es un deseo de
ladrar al mundo, deseos que ser escuchado y tenido en cuenta.
Las personas con vértigo, tienen una obstinada negativa a
mirar, porque lo que ven no les agrada. Sus pensamientos están dispersos, van y
vienen.
Las personas con problemas de tiroides, sienten que no
pueden nunca hacer lo que desean, además de un sentimiento de humillación.
Hipotiroidismo, desesperanza, bloqueo, la persona renuncia a
todo intento.
Hipertiroidismo, rabia por ser dejado de lado.
Problemas en la piel, sentimientos de miedo, angustia,
sensación de amenaza, problemas nerviosos. La piel es el órgano más grande de
nuestro cuerpo, es una gran superficie de proyección donde se muestran procesos
psico-somáticos.
Erupción cutánea, problemas de contacto, roce y relación.
Stress nervioso, miedo.
Acné juvenil, es la atracción y el miedo al instinto recién
despertado de la sexualidad. No aceptación de uno mismo.
Psoriasis, la piel se vuelve como una coraza, uno se
defiende protegiéndose. Detrás de toda defensa hay miedo a ser heridos. Cuanto
más robusta la coraza, más sensibilidad y más miedos escondidos.
La conjuntivitis está muy relacionada con actitudes de
enfado y frustración con lo que se ve en la vida.
El orzuelo, los niños y las personas con esta inflamación
del párpado suelen ver la vida con ojos airados. Hay algo que les produce
enfado.
Cataratas, lo que se ve, no produce alegría y no gusta, por
tanto se cubre con una tenue cortina para mitigarlo.
Migrañas, las pueden producir muchos factores, desde un
estreñimiento, tensión nerviosa, stress, ayuno, intolerancias y alergias ante
un alimento, insatisfacción sexual (falta orgasmos), resistencia ante el fluir
de la vida, auto-critica, invalidación de uno mismo, miedo.
Nudo en la garganta, miedo, desconfianza.
Amigdalitis, miedo, rabia, emociones y creatividad
reprimidas, la persona no puede ser ella misma.
Vegetaciones, conflictos familiares. Niño que se siente un
estorbo.
Enfermedades pulmonares. Mediante la respiración todos
estamos en contacto, respirando el mismo aire. Por muy deseosos que estemos de
encerrarnos en nosotros mismos, la respiración nos obliga a mantener la unión
con los demás. Los pulmones representan la capacidad de comprender e inspirar
la vida. Son el contacto, la relación y la comunicación con el entorno.
Aflicción, depresión, miedo de inspirar la vida. Sensación de no ser digno de
vivir plenamente, problemas de contacto y libertad.
Asma, problemas de contacto, roce y relación. Miedo.
Pulmonía, Neumonía, heridas emocionales sin cicatrizar, no
se permite su curación. Cansancio de la vida. Enfado.
Bronquitis, ambiente familiar conflictivo, peleas, gritos.
Falta de comunicación, silencio.
Dolores, en general. Sentimiento escondido de culpa. La
culpa busca castigo y el dolor es el castigo. Resistencia a lo que es. La
resistencia crea más dolor. Algo necesita un cambio.
Meteorismo, dolor por acumulación de gases. Aferramiento de
ideas y posturas. Temor. Ideas no digeridas.
Aerofagia, angustia, indigestión, esforzarse en aspirar la
vida.
Enfermedades sanguíneas, las personas con este tipo de
problema suelen padecer o haber padecido de problemas y conflictos familiares
graves.
Las personas con sobrepeso suelen tener sentimientos de
miedo y se suelen sentir desprotegidas, en muchos casos suelen ser personas con
carencias afectivas e insatisfacción sexual. La comida se convierte en un
paliativo de su insatisfacción, del tipo que sea. El sobrepeso también lo
favorece la soledad, el aburrimiento, la tristeza, el rechazo, un sentimiento
de fracaso, la sensación de impotencia, y las ideas negativas. La única dieta
efectiva, es la abstención de pensamientos negativos. Muchas veces engordan más
los remordimientos por el alimento que te estás comiendo, que el alimento en
sí. Porque si tu crees que te engorda, ten seguro que lo hará. Creer es crear.
Periodontitis (piorrea). Cólera ante la incapacidad de tomar
decisiones.
Anorexia nerviosa, mujeres que no quieren ser mujer, repudio
a la feminidad y a la sexualidad. Miedo al sexo, a la proximidad y al calor.
Egocentrismo encubierto, ansían atención y la consiguen por medio de la
enfermedad. Tienen que hacer consciente su deseo de amor, sexo y egocentrismo.
Depresión, sentimiento de desesperanza. La agresividad no
expresada o canalizada, se re-dirige hacia dentro, temor tanto a la vida como a
la muerte. La agresividad hacia uno mismo, alcanza su máximo en el suicidio.
Sentimiento de culpabilidad, baja auto-estima, ideas y pensamientos negativos
recurrentes.
Ansiedad, la otra cara de la depresión.
Depresión y
ansiedad, distintas manifestaciones de la misma enfermedad. Pensamientos y
creencias negativas. Se tiende a proyectar la mente en el futuro, lo que no nos
permite vivir el presente. La preocupación y el sufrimiento psicológico, es un
camino directo a la enfermedad. La fiebre de la prisa, aumenta la ansiedad.
Insomnio, Miedo, culpa, pensamientos negativos. Desconfianza
en el proceso y fluir de la vida. Angustia, miedo de la vida, falta de
confianza en el proceso de la vida. Resistencias, falta de fluidez.
Pensamientos negativos. Apatía, negativa y resistencia a sentir, porque no
agrada lo que se ve y se siente. Miedo.
Esclerosis múltiple, rigidez mental, dureza de corazón
contra sí mismos y contra el mundo, miedo, inflexibilidad. No aceptar otra
forma de ver las cosas. Su mismo nombre ya lo indica, múltiples
endurecimientos. Al ser incapaces de imponerse, su frustración la interiorizan
re-dirigiéndola contra sí mismos.
Problemas de espalda, se suele sentir una falta de apoyo en
la vida. Suelen ser personas que se sobrecargan de trabajo y presión, más de la
que pueden aguantar. Y sienten este exceso de tensión en forma de dolor de
espalda. Cargar demasiada responsabilidad sobre nuestras espaldas revela un
afán oculto de grandeza o quizás un complejo de inferioridad.
En la parte superior es un sentimiento de falta de apoyo
emocional. Sensación de no ser amado.
En la parte media, sensación de llevar una pesada carga,
atascamiento en el pasado.
Las personas con dolores en la parte baja de la espalda
suelen padecer constantes problemas económicos en su vida, o al menos esa es la
percepción que ellos tienen. Sienten una falta de apoyo económico.
Ciática, temor al futuro y a carecer de bienes materiales,
inseguridad ante el porvenir. Rencor, agresividad reprimida, rechazo a algo o a
alguna persona.
Tortículis, falta de flexibilidad en nuestras opiniones y
forma de ver la vida, rigidez de pensamiento. Terquedad.
Problemas de estómago, Incapacidad de digerir, asimilar lo
nuevo en nuestra vida. Temor a lo nuevo. Falta de aceptación.
Indigestión, miedo visceral, terror, angustia. Quejarse por
todo.
Estreñimiento. Temor a soltar. Sentimiento de falta y
carencia. Negativa a abandonar viejas ideas. Tacañería. Mezquindad.
Hemorroides, rabia por el pasado, temor a soltarse,
sensación de carga.
Fibromas, quistes. Resentimiento, rencor contra la pareja
afectiva.
Sentimiento de “me han lastimado y herido injustamente”.
Fibrosis quística, convicción de que la vida no va a ir
bien, sentimiento de víctima.
Problemas en las articulaciones, representan cambios en la
orientación de la vida, y la dificultad con que se llevan a cabo. Resistencia
al cambio. Los cambios producen miedo.
Los riñones son la sede de la convivencia y de la
comunicación con el prójimo. Los dolores y afecciones de los riñones se
presentan cuando hay problemas de convivencia, problemas de relación con
nuestros semejantes.
Vejiga de la orina, ante determinadas situaciones que nos
producen tensión psicológica, experimentamos una necesidad de vaciar la vejiga.
La tensión que se experimenta a nivel mental, acaba manifestándose en el plano
físico, a través de la vejiga.
Hepatitis y problemas de hígado, es la sede de la rabia,
ira, indignación y agresividad reprimida. Miedo y resistencia al cambio.
Cálculos biliares, amargura, juicios condenatorios,
agresividad reprimida y petrificada.
Ictericia, prejuicios internos y externos, la forma de
pensar y la razón están desequilibradas.
Herpes labial, enfado, disgusto y temor de expresarlo.
Herpes genital, culpa sexual, remordimientos.
Problemas de menstruación, rechazo de la feminidad, culpa,
temor. Relacionar genitales con algo sucio y pecaminoso.
Menstruaciones abundantes, se deben a que la mujer está
sometida a un estrés emocional excesivo, combinado con la creencia de que no
tiene ningún poder de elección en su vida y de que sus opciones están
controladas por otros.
Problemas de la menopausia, miedo a envejecer, miedo a dejar
de ser deseable, sensación de cualquier tiempo pasado fue mejor. Amargura por
las oportunidades perdidas. Rechazo de una misma.
Rechinar de dientes al dormir, agresividad no manifestada,
muchas veces inconsciente. Agresividad impotente, en estado latente.
Hipertensión. Personas que tienen un conflicto, pero que no
lo afrontan. Viejo problema emocional no resuelto. Indicio de agresividad
reprimida. Rehuyen los conflictos.
Hipotensión, ante un conflicto se evaden. Les falta ánimo y
valor. Rehuyen los conflictos. Derrotismo.
Cuando padecemos algún tipo de gripe, catarro, resfriado,
suele ocurrir que alguna situación de nuestra vida, nos ha hinchado las narices
(metafóricamente) y nos está produciendo enfado (conflicto mental) y esa rabia
se acaba manifestando en nuestro cuerpo. El conflicto mental al igual que un
disgusto provoca el debilitamiento del sistema inmunológico y por tanto mayores
posibilidades de enfermar.
Infección, enfado, irritación, rabia, fastidio.
Inflamación, ira, rabia, pensamientos inflamados. Miedo.
Mononucleosis, enfado y rabia por no recibir amor y aprecio.
Adicciones, esconden algo.
Toda adicción evita el contacto con la emoción. Puede ser un
sentimiento de vacío existencial, falta de amor, sentirse solo, desconexión
con
nuestro ser superior. Nuestra realidad nos hace sufrir y la adicción enmascara
nuestro sufrimiento, de forma temporal para luego recrudecerlo.
Heridas, enfado con uno mismo, conflicto mental.
Culpabilidad.
Sida. Amor y sexo deben ir juntos, tienen que estar en equilibrio,
sino no es posible alcanzar la unidad. Disociación entre amor y sexualidad. El
amor no vivido, pasa al subconsciente, y a la larga se manifiesta en el cuerpo en
forma de destrucción de las defensas del organismo. Amor es apertura,
vulnerabilidad, entrega, unión. Amor no vivido en el plano espiritual, se vive
en el plano físico, con una aniquilación de las defensas físicas.
Alzheimer, Negarse a enfrentar la vida. Desesperanza,
desamparo.
Accidentes, incapacidad de hacerse valer, rebelión contra la
autoridad. Problemas no resueltos. Son aprendizajes forzosos. Los accidentes a
pesar de venir de fuera, están íntimamente ligados con nuestro interior. Por la
ley de resonancia no podemos entrar en contacto con algo con lo que no tengamos
nada que ver. La propensión al accidente existe para un determinado tipo de
personas. Es una parada en nuestra vida, que debemos investigar. De esta nueva
situación deberá surgir algo nuevo, una nueva orientación.
Nosotros somos responsables en un porcentaje muy alto de
nuestra salud y de nuestra enfermedad. Pero esto no se tiene que percibir de
forma negativa, sino todo lo contrario, hay oculto un mensaje positivo. De la
misma forma que tenemos el poder de crearnos una enfermedad, tenemos el poder
de curarnos esa enfermedad. Nuestra mente es tremendamente poderosa, nos puede
hundir y enfermar pero al mismo tiempo nos puede salvar y curar. Sólo de
nosotros depende.
Dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, existe un
lugar desde el cual todas las cosas son posibles. Los terapeutas están para
ayudar pero quien realmente se cura es el paciente, el propio enfermo, y se
cura cuando decide curarse. Cuando decide ir hacia su interior y preguntarse
que está haciendo mal, o quizás deberíamos decir que está pensando mal y por
tanto sintiendo mal. Es responsabilidad de cada uno de nosotros, el buscar,
indagar, cuestionar, perseverar hasta poder encontrar el mensaje, la enseñanza
valiosa que se oculta en cada situación, suceso, vivencia, circunstancia,
síntoma y enfermedad.
Cada vez que veamos un defecto en otra persona, deberíamos
hacernos un examen de conciencia, y cuando seamos capaces de ver nuestros
propios defectos, sentiremos más comprensión ante los defectos de los demás.
Otra pràctica de crecimiento interior es centrarnos en encontrar virtudes en el
prójimo, en lugar de enfocarnos en sus defectos. Si verdaderamente lo
intentamos de corazón, las descubriremos. Ya que todos absolutamente todos,
somos un compendio de defectos y virtudes. Es sólo cuestión de cambiar nuestro
enfoque, en vez de mirar lo negativo, mirar lo positivo. La cara siempre
mirando a la luz, y de espaldas a la oscuridad. En la vida no todo es blanco o
negro, hay una gama infinita de grises.
Necesitamos cuidar bien nuestro pensar y sentir. Hay que
tener una actitud mental positiva ante nosotros mismos, hacia los demás y hacia
la vida en general. Y sentirnos conectados espiritualmente. Si realmente
queremos una vida dichosa, deberemos tener pensamientos dichosos, lo cuales
crearán emociones dichosas. Tenemos que aprender a observar a las personas y a
los hechos sin que nuestro ego automáticamente cree un juicio de aprobación y
conformidad o bien de condena o repulsa. A todos nos resulta tremendamente
doloroso asumir nuestra responsabilidad total en nuestra vida, nuestras
circunstancias y situación de vida. Y siempre tendemos a evadirnos de esa
responsabilidad y buscar la culpa en el exterior.
Sentirnos conectados espiritualmente, es saber que algo muy
superior a nosotros guía nuestros pasos. Que nada es casual, que todo tiene un
por qué. El azar y la casualidad no existen. Todo lo que nos pasa, todo lo que
acontece en nuestra vida es por algo, tiene una razón de ser. Lo único
permanente, que perdura más allá de la tumba, es la conciencia. Porque nuestro
cuerpo desaparecerá, al igual que nuestros pensamientos, emociones,
sentimientos, nuestra mente, nuestra personalidad, nuestro ego. Sin embargo
dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, está nuestra esencia real, la
que es eterna, inmutable, permanente, la que no puede ser destruída jamás.
Cuando nuestro cuerpo, mente, emociones y acciones estén en
armonía será cuando estemos en sintonía, en un óptimo estado vibracional y por
tanto se manifestará una salud plena.
Todos nuestros problemas no son sino que oportunidades para
crecer interiormente, la mayoría de ellos proceden de las vibraciones que hemos
estado emitiendo en el pasado. ¿Quieres cambiar tu futuro? el único camino
posible es trabajando desde el presente, aquí y ahora. Si cambias tu presente,
cambiarás tu futuro. El mayor negocio que existe es el negocio de la
enfermedad. No dejes tu salud en manos de otros, responsabilízate tu mismo. Recordemos
que la única forma de curar una enfermedad incurable, es desde nuestro interior
más profundo.
Para sanar es esencial ver y reconocer la verdad acerca de
nosotros mismos, acerca de nuestra participación en la creación de nuestra vida
y acerca de cómo nos relacionamos con los demás.
Enfermedad incurable, quiere decir curable desde el
interior.
Fuente: John Demartin a través de
http://angelesamor.org/metafisica/origen-metafisico-enfermedades.html
Definitivamente la verdad esta en nuestro interior. Excelente.
ResponderEliminarEXCELENTE !
Eliminares el camino mas largo y mas dificil ,el camino de conocernos a nosotros mismos y de ver como nos relacionamos con todo y todas las personas que nos rodean ( SIN JUICIOS ) si fuesemos capaces de llenarnos de AMOR cambiarí la vida de este mundo al que pertenecemos ,como dijo Tagore el amor no es una simple emoción. El amor es la maxima verdad de la creación..
ResponderEliminarMagnifico documento, el cual pudiera ser la guia de guias, aplicable en todas las terapias preventivas. Lo estudiare a fondo, pues conocia parte de estos reflejos de las emociones mal canalizada, pero aqui esta excelentemente resumido y brindado en badeja de oro. Gracias por este valioso aporte a inicio de año.
ResponderEliminarEXCELENTE INFORME!!!!!!!!!!!!! - GRACIAS POR COMPARTIR !!!!!!!!!!
ResponderEliminaralgun comentario para los que padecen GOTA?
ResponderEliminarMagnífico artículo, es oro puro. Como lo dijo Neville: "La consciencia es la única y sola realidad". Todo lo que nos acontece viene de nuestro interior, el mundo que vemos no es más que un reflejo de nosotros mismos. Si algo que vemos o sentimos no nos gusta debemos corregirlo desde nuestro interior, en nuestra consciencia.
ResponderEliminarGracias por compartir estos conocimientos 😘
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