Cuenta una leyenda esquimal que cuando el gran cuervo raptó a Sedna, la diosa del
mar, la raza Inuit estaba a punto de extinguirse: eran incapaces de encontrar
comida en el mundo de hielo en el que vivían. Sedna consiguió escapar del gran
cuervo, pero su barco naufragó. Así fue como descubrió que bajo el hielo vivían
peces magníficos y desde entonces Sedna manda a sus seres queridos todos los
peces que necesitan para que nunca más les falte el alimento. Tal vez esta sea
la razón por la que la dieta esquimal está considerada como una de las más
ricas en ácidos grasos Omega 3, presentes sobre todo en el pescado azul: la
fuente principal de la dieta Inuit, gracias a Sedna.
El Omega 3 además de encontrarse en pescados de río o de agua fría, como la trucha, el salmón, la sardina y el atún.; también está presente en algunos mariscos, en el brócoli, las nueces, semillas de calabaza, de lino, de chía y en el aceite de canola y de oliva. El consumo de este ácido graso tiene múltiples beneficios para la salud en general.
Sistema inmunológico
Uno de las grandes propiedades del Omega 3 es su capacidad para estimular el sistema inmunológico, lo que le proporciona al organismo una efectiva protección contra una gran cantidad de enfermedades inflamatorias, degenerativas e incluso mentales.
Envejecimiento
Otro de los más destacados beneficios de los ácidos grasos
polinsaturados es su capacidad para retrasar el envejecimiento físico.
En un estudio publicado en la edición digital de “Neurology”se
analizaron los niveles de ácidos grasos omega-3 EPA + DHA en las células rojas
de la sangre de 1.111 mujeres que formaron parte del 'Women's Health Initiative
Memory Study'. Ocho años más tarde, cuando las mujeres tenían una edad media de
78 años, se tomaron imágenes por resonancia magnética para medir su volumen
cerebral. Las que poseen el doble de niveles de ácidos grasos (7,5 frente a 3,4
por ciento) registraban un volumen cerebral un 0,7 por ciento más grande.
"Estos niveles más altos de ácidos grasos se pueden lograr
a través de la dieta y el uso de suplementos. Los resultados sugieren que el
efecto sobre el volumen del cerebro es el equivalente a retrasar entre uno y
dos años la pérdida normal de las células cerebrales que provoca el
envejecimiento"
El consumo frecuente y en dosis adecuadas de estas grasas
buenas reduce los niveles de colesterol LDL y triglicéridos, mejora la
circulación sanguínea, disminuye la presión arterial y aumenta el colesterol
HDL, lo que redunda en un mejor funcionamiento del sistema circulatorio en
general y previene la aparición de afecciones cardíacas.
Entre otras cosas es importante señalar también que el Omega-3 EPA Y DHA reduce moderadamente la capacidad de las plaquetas para agregarse, modulando así la formación de trombos. Éste fenómeno, sumado a la mayor elasticidad de los vasos sanguíneos, reduce notablemente el riesgo de trombosis.
Su leve efecto antiarrítmico hace que esté indicado en la prevención arritmias. Asimismo, algunos estudios indican que son capaces de disminuir la frecuencia cardíaca, mejorar la recuperación tras el ejercicio y disminuir la tensión diastólica.
Cerebro
Otro de los
beneficios de la ingesta del Omega 3 es su acción sobre el cerebro humano. Su
consumo mejora la atención, concentración, memoria, inteligencia, pensamiento y
razonamiento.
Fuerza Muscular
La masa muscular comienza a reducirse paulatinamente a
partir de los 40 años y al llegar a edades avanzadas esta pérdida muscular
puede producir debilidad e incapacidad motora. Según estudios realizados, el
consumo de Omega 3 fortalece la masa muscular lo que evitaría los problemas
asociados a dicha pérdida.
Inflamación
Los ácidos grasos saludables tienen un efecto
antiinflamatorio y de fortalecimiento del sistema inmune. Por esta razón, son
altamente recomendables para quienes sufren de enfermedades inflamatorias como
la artrosis.
Salud mental
El Omega 3 tiene un efecto muy positivo sobre distintos
estados mentales y emocionales.
Su ingesta mitiga los síntomas de la depresión,
Alzheimer, trastornos de personalidad, agresividad, enfermedades mentales y
déficit de atención, entre otros.
Función cognoscitiva
Recientes investigaciones han determinado una relación
positiva entre el consumo de omega 3 y un aumento en ciertas zonas cerebrales
relacionadas con el pensamiento y la memoria. De acuerdo con esto, la ingesta
de Omega 3 fortalece la función cognoscitiva en personas de edad avanzada y
evita su deterioro.
Visión
El consumo de grasas sanas como el Omega 3 está
especialmente recomendado para tratar y mejorar problemas de visión. La
degeneración macular y problemas de la retina son algunas de las patologías que
suelen responder favorablemente a la ingesta de este ácido graso.
Cáncer
El consumo regular de estos ácidos grasos, minimiza
significativamente las posibilidades de desarrollar cáncer de colón, de mama,
cervical y de próstata, entre otros.
Aporte recomendado
Cómo recomendaciones generales se han marcado las siguientes:
- Personas sanas Al menos 2 raciones de pescado azul a la semana complementado con alimentos ricos en omega-3 de origen vegetal, como son los aceites, las semillas de lino o el brócoli.
- Personas con enfermedad cardiovascular o alto riesgo Se recomienda asegurar 1 gramo de omega-3 EPA y DHA procedentes del consumo de pescado. Debe valorarse la posibilidad de administrar suplementos naturales de origen animal.
Fuente: ehowenespanol.com y www.menudiet.es
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