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lunes, 29 de abril de 2013

EL TIROIDES Y LA ALIMENTACIÓN



       En nuestro país cada vez se diagnostican más casos asociados a problemas con la tiroides, como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo. Se calcula que estos desarreglos afectan a casi un 10% de la población del Primer Mundo, sobre todo a la femenina, que triplica en número de casos a la masculina.

      Es muy probable que los pésimos hábitos alimentarios, la falta de ejercicio físico y el siempre presente estrés tengan mucho que ver con el desarrollo de una enfermedad que, muchas veces, permanece años sin ser detectada por coincidir sus síntomas con los de otras patologías comunes.
     Para tratar esta enfermedad y evitar que derive en serios problemas psicológicos, como una depresión, es muy importante detectarla en una fase precoz y cuidar la alimentación.


       Porque cuando hablamos de problemas de tiroides, nos enfrentamos a enfermedades muy diferentes, pero en todas ellas la alimentación desempeña un papel fundamental para su tratamiento y prevención. Por ese motivo, es fundamental conocer los productos que nos ayudan a regular y a mantener nuestra glándula  tiroides en forma y los que debemos evitar.

Para el hipotiroidismo

     El hipotiroidismo es el trastorno más común de la tiroides y se manifiesta cuando esta glándula no produce suficiente tiroxina. Los síntomas pueden pasar inadvertidos por ser muy sutiles: cansancio, tristeza, piel seca, caída del cabello, sensibilidad al frío, colesterol alto, aumento de peso o dolores musculares.

     Otro signo frecuente son las irregularidades menstruales e, incluso, la retirada del periodo. Lo bueno es que el tratamiento es muy sencillo, pues se trata de compensar los niveles de TSH en la sangre tomando píldoras de L-tiroxina y, claro está, regular la alimentación.



     Lo primero que debemos vigilar es el consumo calórico, ya que normalmente se aumenta de peso. Así que las porciones de comida deben ser moderadas y el consumo de grasas, limitado. Eso significa que los alimentos refinados y procesados deberían ser suprimidos totalmente y los azúcares, reducidos al máximo. Aunque quizás lo más importante sea asegurarnos de que en nuestra dieta no falten los alimentos ricos en yodo, siendo las sales marinas de calidad y las algas, los más recomendables.                                                                                                                      
        Lo ideal sería tener siempre a mano una sal de algas o acompañar todas las cocciones de cereales y verduras con un trozo de alga del tipo kombu o wakame. También podemos comprarlas en copos y añadirlas a todas nuestras ensaladas. La variedad no importa, puesto que todas tienen un excelente nivel de yodo, aunque destacan la kombu y la espirulina.

       La avena es otro alimento fundamental, pues además de ser una estupenda fuente de yodo, regula la función hormonal y ayuda a bajar el colesterol. No deben faltar tampoco las frutas, como la pera o el plátano; ni las verduras, en especial, berros, espinacas y acelgas. En cambio, hay que alejarse de las crucíferas, que son bociógenas, al igual que el mijo, los piñones y los cacahuetes, aunque cocinados pierden parte de este efecto.
      Muy importante es también prescindir de alimentos que fomenten la pérdida de yodo, como las bebidas excitantes, el alcohol, los quesos o derivados animales grasos y cualquier alimento azucarado.

Para el hipertiroidismo


      El  hipertiroidismo se produce cuando existe una excesiva producción de hormonas tiroideas. En muchas ocasiones, puede estar provocado por episodios de estrés psicológico, por lo que sería más fácil de tratar con una buena alimentación. Los síntomas son totalmente opuestos a los del hipotiroidismo, a excepción del cansancio y la irregularidad en el ciclo menstrual. En este caso, nos encontraremos con una tendencia a perder peso sin motivo, con episodios de irritabilidad y nerviosismo, palpitaciones y una señal física muy visible que consiste en tener ojos saltones.

     Si padecemos hipertiroidismo, en el primer puesto de la lista de la compra deberíamos colocar siempre alimentos ricos en ácido cafeico y clorogénico. Y no hay familia que destaque más en estos componentes que las crucíferas, que tienen la cualidad de disminuir la producción de la hormona tiroidea. Le siguen de cerca el apio, las calabazas, las zanahorias y los higos.

     Otro componente esencial es el ácido elágico, que se encuentra en frutas como la uva o la granada y en frutos secos como las nueces o las castañas. Y si el mercado lo permite, no hay mejores aliadas contra el hipertiroidismo que las borrajas, ricas en ácido rosmarínico, que podemos comer hervidas cuando llegan los meses del invierno. También conviene incorporar a nuestros menús alimentos ricos en litio, sobre todo espárragos, perejil, patatas y melones.
      Como es de suponer, en esta dieta sí tienen mucho protagonismo los alimentos bociógenos, pero hay que intentar comerlos crudos, así que en el caso de la soja o el mijo, lo mejor es germinarlos. Y un buen suplemento que hay que tener en cuenta es la L-carnitina, pues se ha descubierto que es muy eficaz para limitar la actividad de la glándula tiroidea.
      Al igual que con el hipotiroidismo, es bueno tener presente que tan relevante como lo que comemos es lo que no comemos, de modo que mejor no darle espacio a ningún alimento rico en yodo que estimule nuestra ya de por sí hiperestimulada producción de tiroxina. Por eso, no conviene pasarse con los alimentos precocinados o de restaurante, ya que en estos es muy difícil controlar el tipo de sal que se usa y, por consiguiente, sus niveles de yodo.

     Tanto si padecemos hipotiroidismo como hipertiroidismo, un alimento que deberíamos incorporar a nuestra alimentación es el rábano negro, ya que posee un componente sulfurado denominado “rafanina” que mantiene en equilibrio la producción de tiroxina. Tampoco deben faltar los cereales integrales y suplementos tan valiosos como el germen de trigo, por su enorme aporte de vitamina B.


       Por último, en cualquiera de los casos de tiroidismo, es fundamental que se beba la suficiente agua para hidratar bien nuestro organismo y conseguir así que funcione fluidamente. 

     También es muy importante hacer ejercicio, pues la actividad física ayuda a activar el metabolismo.

    El yoga es una de las actividades más recomendables, pues algunas de las posturas son muy beneficiosas para activar la tiroides.


 Fuente: El correo del Sol.

 Artículo de Laura Kohan, coaching nutricional, cocinera bío y escritora

sábado, 13 de abril de 2013

Una nueva terapia intestinal que “limpia” las preocupaciones

Una nueva terapia dirigida a los intestinos permite limpiar en sentido literal las emociones negativas: ansiedad, tristeza, depresión... 

Así es; el intestino evacua los restos de comida que el cuerpo no puede digerir, pero también se encarga de evacuar el sobrante de hormonas de las emociones: serotonina, acetilcolina, noradrenalina, ácido gamma-aminobutírico (GABA)…

El intestino, al igual que puede desajustarse y eliminar mal los alimentos, también puede tener problemas para evacuar las hormonas, provocando que se acumulen y originen trastornos emocionales. 

La hidroterapia, una técnica suave de lavativa intestinal acompañada por masajes envolventes, puede llegar a tener por tanto el mismo resultado que una auténtica “mini psicoterapia” para algunas personas, que lo acaban soltando todo… Así, no sólo se produce una auténtica depuración del intestino grueso, sino también una significativa limpieza de excedentes emocionales y cargas psíquicas.


El segundo cerebro

Las últimas investigaciones sobre biología del desarrollo (la rama de la biología que estudia el desarrollo embrionario) han descubierto algo sorprendente: las células nerviosas del intestino proceden de la misma capa germinal que las del cerebro. Esto significa que, durante el desarrollo del embrión, desde el sistema nervioso central se dividen células nerviosas que migran al vientre y forman en los intestinos un segundo sistema nervioso, al que se denomina sistema nervioso entérico. 

Evidentemente, el intestino y el cerebro están muy separados en los adultos, pero se mantienen comunicados de forma permanente a través del nervio vago (o nervio neumogástrico), que es el décimo (X) par craneal de los 12 existentes. 

Al igual que el cerebro, el intestino también contiene neuronas, alrededor de 200 millones, y allí se encuentran los principales neurotransmisores del cerebro (serotonina, acetilcolina, noradrenalina, GABA…). El ejemplo más llamativo es el de la serotonina, un neurotransmisor que influye en los estados de ánimo y que es liberado en un 95%… ¡por las células nerviosas del intestino!

Pero muchos otros neurotransmisores están implicados, según el gastroenterólogo francés Michel Delvaux, que habla de “sensibilidad visceral” en su obra del mismo nombre. (1)

El descubrimiento de la relación existente entre el cerebro y los intestinos es tan revolucionario que ha dado lugar a una nueva disciplina: la neurogastroenterología. Michael Gershon, profesor de Anatomía y Biología celular de la Universidad de Columbia en Estados Unidos, se refirió a los intestinos como el segundo cerebro en el famoso libro “The Second Brain” (El segundo cerebro), publicado en 1999.

Según Michael Gershon, “el cerebro intestinal sería capaz de recordar; participaría en la fase del sueño en la que se produce la serotonina y aparentemente representaría la matriz biológica del inconsciente.” (2)


Intestino = Intelecto

Desde hace siglos los filósofos vienen sorprendiéndose por la relación existente entre el intestino y el intelecto. 

El propio Buda decía que “un sabio es aquel cuyo intestino funciona bien”.

La China taoísta conoce una técnica llamada Chi Nei Tsang que concentra su esfuerzo sobre la zona abdominal. Literalmente Chi Nei Tsang significa “trabajar la energía de los órganos internos”. Esta disciplina propone curar las tensiones ancladas más profundamente y restaurar la vitalidad física y psíquica trabajando sobre las estructuras viscerales y la colocación de los órganos internos. 

Numerosas observaciones clínicas más recientes y cercanas a nosotros nos permiten también considerar a los intestinos como “el cerebro de las emociones”.

Ivan Pavlov (1849-1906), fisiólogo ruso, demostró que un perro cuyo sistema digestivo funciona con normalidad contrae los intestinos cuando un gato entra en la habitación. 

Lo mismo le sucede al ser humano. También contraemos los intestinos cuando algo nos asusta o cuando sentimos otro tipo de emociones. Y al revés, cuando nos relajamos, aflojamos la tripa y el ciclo digestivo se reanuda. 


Digerir las emociones

Según la psicología biodinámica creada por la noruega Gerda Boyesen (1922-2005), cada órgano posee dos funciones: una fisiológica y otra emocional. Se trata de uno de los principios de la medicina china: por ejemplo, el corazón es la bomba del sistema circulatorio y el órgano que otorga la capacidad de amar. Con respecto al intestino, sus dos funciones se definen de la siguiente manera:


  • Función fisiológica: el peristaltismo es la actividad del intestino que permite digerir el bolo alimenticio.
  • Función emocional: el psicoperistaltismo es una actividad paralela que permite digerir los residuos metabólicos de los conflictos emocionales (adrenalina, noradrenalina, etc.).
El psicoperistaltismo es por tanto un medio para regular de manera natural conflictos emocionales. Cuando estamos muy estresados, esta autorregulación que se produce en los momentos de descanso, mientras dormimos y con ayuda del sueño, ya no se puede realizar. Se reprimen los conflictos y el organismo se “blinda”, poniéndose una coraza. Es necesario entonces reestimular el psicoperistaltismo mediante un masaje llamado “biodinámico” para permitir la “digestión de las emociones”. 


La gran limpieza intestinal

Y con este objetivo de evacuar desechos emocionales se vienen recomendando, desde tiempos inmemoriales, las técnicas de limpieza intestinal. Se nos vienen a la cabeza, por ejemplo, la famosa depuración intestinal del yoga (shankaprakshalana) o también la tradicional lavativa, y más recientemente la irrigación del colon (o hidroterapia de colon).

Para mí, una de las técnicas más interesantes es la hidroterapia de colon, que se centra en el drenaje del intestino grueso. El colon recibe una dosis de agua a través de una cánula (tubo de plástico o caucho) de un único uso. La entrada del agua se acompaña de masajes abdominales suaves y envolventes. El agua a continuación se elimina, utilizando el mismo dispositivo, mientras se realizan masajes centrados en la zona abdominal, es decir, la zona en la que se encuentra el colon, con el fin de favorecer la eliminación de las materias y residuos que llevan más tiempo ahí. (3)

No sólo se produce una auténtica depuración del intestino grueso, sino también una enorme limpieza de excedentes emocionales y cargas psíquicas, lo que puede parecerse a una “mini psicoterapia”. ¡La irrigación del colon aligera tanto lo físico como lo mental! 


Complementar su efecto con la osteopatía

Cuando la hidroterapia del colon se combina con la osteopatía los resultados son asombrosos.

Gracias a la limpieza que la hidroterapia realiza del “segundo cerebro”, la zona se queda como nueva. Y una vez lista, el osteópata recoloca con mayor facilidad y eficacia las vísceras y los órganos anexos de toda la cavidad abdominal.

Tras una irrigación del colon, algunos dolores lumbares, provocados tal vez por un atasco intestinal masivo, pueden llegar incluso a desaparecer por completo.

La persona tratada sufrirá asimismo menos saturación emocional, puesto que la irrigación del colon habrá depurado de una vez por todas emociones más o menos enquistadas.

En realidad, las preocupaciones se habrán… limpiado.



Un artículo de Juan-M Dupuis, publicado en "Tener salud". Utilizando las siguientes fuentes:

  1. « Sensibilité viscérale: comprendre, diagnostiquer et traiter la dyspepsie et le syndrome de l'intestin irritable », Michel Delvaux. Editions Springer (2002).
  2. “The Second brain”, Michael D. Gershon. Ed. Harper, 1999.
  3. Hygiène intestinale - Irrigation du côlon, Ch. Arizi, Fr. Gross, J.T Blain, Axiomes, 1997.



El néctar de los dioses. La miel.


 La miel, también llamada en Egipto como el “Nectar de los Dioses”, acompaña al hombre a lo largo de la historia, incluso es sabido que no hace mucho tiempo, se encontró en una tumba egipcia construida hace 3.000 años, una vasija con miel en perfectas condiciones, a pesar de estar allí hace 30 siglos, aún se encontraba fresca y comestible.
La miel posee numerosas propiedades para nuestra salud, tanto terapéuticos como nutricionales, aportando grandes beneficios al organismo humano.

Pero antes de pasar a ennumerar las propiedades medicinales de la miel de abeja que son más significativas, vamos a nombrar las contras que puede llegar a tener la miel:
- El uso de miel en diabéticos no es recomendable, la miel posee mayor poder edulcorante que el azúcar.
- La miel es peligrosa en bebés menores de 1 año. Tanto la miel de caña como la miel de abeja pueden contener esporas de clostridium botulinum, que producen neurotoxina en el intestino inmaduro del lactante.
- Si está cuidando su peso, debe saber que cada 100 gramos de miel contiene 325 calorías.
- Los alergicos al polen deberán abstenerse del consumo de miel.

LAS PROPIEDADES MEDICINALES DE LA MIEL.
- La miel es de fácil asimilación, ya que posee hidratos de carbono de cadenas cortas.
- Facilita la digestión y la asimilación de otros alimentos.
- Mejora la conservación de los alimentos.
- Regulariza el funcionamiento intestinal.
- La miel disminuye la duración de diarrea causada por organismos como la Salmonella, Shigella y la E. Colli.
- La miel es altamente recomendada para calmar la tos.
- Posee propiedades sedantes, favoreciendo la absorción de triptofano que es precursor de la serotonina.
- Es antihemorrágica, antianémica, antiséptica, antitóxica, emoliente y febrífuga.
- La miel posee una importante acción curativa sobre las heridas.
- Consumir una cucharada al día de miel mejora el rendimiento físico y también el vigor sexual.
- La miel es eficazmente utilizada para el tratamiento de personas que padecen astenia o estados de cansancio.
- El consumo de miel contribuye a la formación de glóbulos rojos debido a la presencia de ácido fólico.
- Es utilizada para el tratamiento de faringitis, laringitis, rinitis, gripes, lso estados depresivos menores, las úlceras, la gastritis, las quemaduras, etc, ya que la miel de abejas es un bactericida natural.
- Estimula la formación de anticuerpos debido al ácido ascórbico, magnesio, cobre y zinc, esto significa que la miel estimula el sistema inmunológico reforzando las defensas para prevenir enfermedades.
- La miel aumenta la cantidad de glucógeno disponible en el hígado y ejerce una acción hepato-protectora.
- Consumir miel regularmente es beneficioso para el corazón.

Fuente: Todo el campo.

viernes, 5 de abril de 2013

Beneficios de la cola de caballo


    La cola de caballo es un gran remineralizante, útil para reponerse de la fatiga, lesiones, convalecencias o de un mayor esfuerzo físico. Buena parte de sus propiedades medicinales se deben a su riqueza en silicio o sílice. La planta contiene un alto porcentaje de distintas formas de esta sustancia, como el silicato, un mineral que está presente en muy poca cantidad en el cuerpo humano, pero resulta vital porque fortalece la regeneración de los tejidos.

Usos de la cola de caballo  

    INTERNAMENTE se utiliza en casos de obesidad, hidropresía, exceso de ácido úrico, artritis, gota, cistitis, próstata, anemia, para detener las hemorragias, para recuperar huesos y tendones después de una lesión, para mantener el cabello en buen estado y para mantener las uñas fuertes.
   EXTERNAMENTE se utiliza en casos de dermatitis, úlceras bucales, eccemas, orzuelos, conjuntivitis, vaginitis, hemorroides y hemorragias nasales.


 SU USO EN LA ESTÉTICA:

Tras preparar una infusion de cola de caballo, dejar enfriar y seguidamente aplicar sobre la zona que se desee  sanear, regenerar o fortalecer.


Fortalece notablemente las uñas: por su alto contenido de equiseto.
Piel: si por algo es conocida esta planta es por los grandes beneficios que aporta a la piel. Su alto contenido de silicio ayuda a mantener y recuperar la salud del tejido conjuntivo que forma la piel.

Por otro lado, desintoxica y depura las vías urinarias y la sangre, y esta limpieza interior ayuda a evitar la acumulación de toxinas y la proliferación de bacterias que dañan la piel y que generan una serie de padecimiento como los ya mencionados en el la salud de la piel. Además, este efecto depurativo previene las arrugas, atenúa las estrías y regenera los tejidos dañados por las variaciones de peso.
Celulitis: por lo mencionado anteriormente (el efecto depurativo), esta hierba ayuda a prevenir y combatir la celulitis, ya que ayuda a eliminar toxinas, excesos de grasa y material de desecho acumulado.
Evita las canas: además de aumentar el crecimiento del cabello y mejorar su aspecto, evita que aparezcan canas.

PRECAUCIONES

       Así como aporta grandes ventajas para la salud y belleza, hay que acentuar también la importancia del equilibrio del consumo de esta hierba. Los expertos aconsejan evitar el consumo durante más de seis semanas, y si va a usarse con fines medicinales, debe de ser guiado el procedimiento por un profesional, ya que la planta pudiera irritar el tracto digestivo. Debido a sus efectos diuréticos  también puede provocar una descompensación de la tensión, agravar problemas del corazón o disminuir el contenido de potasio en el organismo.

Las embarazadas y las mujeres en periodo de lactancia, deben evitar su consumo. Tampoco debe administrarse a niños.


También hay que evitar su uso en casos de:
-Mucosas gástricas irritadas
-Haber ingerido en exceso alcohol o irritantes como el picante.
-Cuando se han consumido fármacos como la aspirina o un antiinflamatorio.
-Tampoco se aconseja tomar  cola de caballo a personas que padezcan de problemas de riñón o de diabetes.
Fuente: Web Biomanantial.com