UNA PLANTA MEDICINAL Y CULINARIA. EL TOMILLO.

            El tomillo, cuyo nombre científico es thymus vulgaris,es una hierba aromática que usamos a menudo en la cocina. En la gastronomía ha sido siempre valorado por su particular aroma. Pero además de otorgar sabor a gran cantidad de platos, también cuenta con propiedades medicinales muy beneficiosas para la salud.

         

              Contiene antioxidantes, es antiséptico, antimicótico, calorífero y astringente.
             Se emplea contra la indigestión, la gastritis y la diarrea. También contra, la fatiga, la anemia  y para mejorar problemas urinarios y hepáticos.
             Gracias a su acción expectorante combate la tos, el asma, bronquitis, catarros.
              Regulariza y alivia trastornos menstruales, es también vermífugo.

            Al funcionar como antiinflamatorio y antiséptico se puede utilizar para tratar inflamaciones e infecciones bucales y para prevenir la gingivitis, así como infecciones de garganta.

       Además, el tomillo actúa como un tónico que estimula el sistema nervioso. Alivia trastornos nerviosos tales como el insomnio y la depresión, entre otros.

     El aceite de tomillo se aconseja para tratar problemas cardíacos, pues relaja las arterias y las venas, y reduce la presión sanguínea. También fortalece el músculo cardíaco y reduce el estrés al que se ve sometido el corazón.

      También está indicado para problemas dérmicos, se han comprobado sus propiedades antibacterianas y antifúngicas, incluso contra forúnculos y dermatitis.

      Un estudio reciente ha demostrado que el extracto de tomillo es capaz de luchar contra el acné con la misma efectividad que los tratamientos convencionales.
      Antiguamente también se empleaba contra la sarna y los piojos, ya que es un buen repelente de insectos.

           Se puede tomar en infusiones o bien aplicar mediante cremas, pomadas, ungüentos, tinturas, jabones, compresas, cataplasmas, fresco y en polvo.